El viaje de un espectáculo.
La creación de un espectáculo es un viaje. No lo es en el sentido del espacio pues trasciende esa dimensión material, geográfica. Un proceso creativo es un viaje en el tiempo, pero en uno de carácter mítico. En su ejercicio del presente total, se desmarca de la cronología cotidiana porque opera en la elaboración de un sistema simbólico con una lógica que difiere de ésta.
Esta bitácora de “viaje” refiere al recorrido de elaboración del espectáculo El immitador de Demmóstenes creado junto a Gonzalo Córdova y Diego Vainer. Un viaje al vacío por sus motivaciones y conceptos iniciales, pero, paradójicamente —como no podría ser de otro modo— un desplazamiento plagado de acciones muchas veces contradictorias y hasta incoherentes que edificaron por ello mismo una inevitable polaridad complementaria con este concepto de vacuidad.