Un decálogo ético.
Escrito/ ensayo.
La presencia de un actor es consecuencia de su disolución en una práctica material diaria y profunda. Disciplina constante y silenciosa del cuerpo y de la mente que persigue, primero, conocer y dominar su instrumento para luego expandirlo. Paradoja interminable del actor que rastrea su presencia más brillante en la humilde tarea de ausentarse poco a poco de sí mismo.